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El 17 de julio no fue un día cualquiera para nosotros; fue una jornada que encapsuló la esencia de quince años llenos de sueños, desafíos y, sobre todo, logros compartidos. ¡Sí, quince años!
En 2009, Leticia y Francisco Arreola González se aventuraron en un camino lleno de incertidumbres, impulsados por la esperanza. Su visión no se limitaba a la construcción de edificios; aspiraban a crear experiencias, forjar un legado sostenible y unir a una comunidad en armonía con su entorno. Hoy, al mirar atrás, podemos decir con orgullo que lo han logrado. Es inevitable el no sentirnos así cuando tenemos más de 900 obras que cuentan historias de éxito y una impresionante red de 90 aliados que confían en nosotros.
Lo que realmente sostiene este éxito no es solo la visión de nuestros fundadores, sino nuestra gente. La familia Disark, compuesta por un equipo talentoso y apasionado, ha sido el pilar inquebrantable que ha apoyado nuestra misión a lo largo de los años. Cada proyecto es mucho más que una construcción; es la materialización de una promesa, la satisfacción de un cliente y, en muchos casos, la creación de lazos que trascienden lo profesional.
No podríamos hablar de este viaje sin agradecer a quienes han estado a nuestro lado en cada paso. Los aliados que han depositado su confianza en nosotros una y otra vez son los verdaderos motores de nuestro crecimiento. Cada nuevo proyecto ha sido una oportunidad para demostrar nuestra capacidad, y ustedes nos han dado la motivación para superarnos constantemente.
¿Qué nos depara el futuro? Si crees que estos quince años nos han dejado satisfechos, te invitamos a soñar junto a nosotros, porque apenas estamos comenzando. En los próximos cinco años, queremos duplicar el número de familias que forman parte de Disark, manteniendo el mismo compromiso con la calidad, la innovación y la responsabilidad ambiental que nos ha definido desde el primer día.
Mientras celebramos todo lo que hemos alcanzado hasta ahora, también miramos al futuro con entusiasmo y esperanza. Este aniversario no es solo una celebración del pasado; es un recordatorio de que lo mejor aún está por venir, y queremos seguir construyendo ese futuro contigo.
Gracias, de todo corazón, a nuestros aliados, a cada miembro de nuestro equipo y a todos aquellos que han creído en nosotros. Sin ustedes, este sueño no sería posible. Seguimos adelante, con la misma pasión y determinación, listos para los próximos quince años… y más.