febrero 16, 2025

KYT: Detecta el peligro antes de que te encuentre

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En la construcción, el peligro acecha en cada esquina, pero la seguridad no puede dejarse al azar. No se trata solo de reaccionar cuando algo sale mal, sino de anticiparse a los problemas antes de que ocurran. Aquí es donde el KYT (Kiken Yochi Training, Entrenamiento de Predicción de Peligros) se convierte en la mejor defensa. Este método japonés ha revolucionado la prevención de riesgos en obras de todo el mundo, basándose en un principio claro: identificar peligros antes de que se conviertan en tragedias y tomar medidas para evitarlos.

Cada jornada en una obra es un desafío: estructuras elevadas, maquinaria pesada, herramientas cortantes y materiales peligrosos. Imagina a un equipo trabajando en la construcción de un edificio. Uno de los trabajadores detecta escombros sueltos cerca del borde de un andamio. En lugar de ignorarlo, aplica KYT, visualizando lo que podría suceder si esos restos caen sobre un compañero. Actúa de inmediato, avisa al equipo, se colocan barreras y se refuerzan las medidas de seguridad. Esa pequeña acción evita un posible desastre.

El KYT no es cuestión de presentimientos, sino de observación estratégica del entorno y una mentalidad proactiva. Todo empieza con una inspección detallada del lugar de trabajo. Los trabajadores deben preguntarse qué elementos pueden ser un riesgo, desde un cable expuesto hasta la mala distribución de materiales. Luego, deben visualizar qué pasaría si esos riesgos se materializan. ¿Un andamio mal asegurado? ¿Un montacargas sin señalización? Imaginar estos escenarios ayuda a tomar mejores decisiones y a actuar con rapidez.

Detectar riesgos es solo el primer paso. La clave está en eliminarlos o minimizarlos de inmediato. No basta con señalar los problemas, hay que proponer soluciones eficaces. En una obra, esto puede significar reorganizar el tránsito de maquinaria para evitar zonas con mucho movimiento peatonal, reforzar la señalización en áreas peligrosas o implementar nuevas rutinas de inspección de equipos. Lo fundamental es que, una vez identificado un riesgo, la acción debe ser inmediata y compartida con todo el equipo.

El KYT no solo previene accidentes, sino que crea una cultura de seguridad en la que cada trabajador protege su vida y la de sus compañeros. Además, un ambiente seguro impulsa la eficiencia operativa, reduciendo interrupciones y demoras innecesarias.

Para visualizar su impacto, pensemos en una situación cotidiana en una obra: un trabajador nota que su compañero no usa el equipo de protección adecuado mientras corta materiales. En vez de quedarse callado, se acerca, le advierte del riesgo y juntos buscan una solución. Ese simple gesto puede marcar la diferencia entre un día de trabajo normal y una emergencia médica.

Construir con seguridad no es un lujo, es una necesidad. Aplicar la metodología KYT significa transformar la forma en que se percibe el entorno laboral y asumir un rol activo en la reducción de riesgos. En Disark, la seguridad no es una opción, es la base sobre la que se construye el futuro. Cada proyecto que emprendemos lleva implícito un compromiso inquebrantable con la prevención y la protección de quienes hacen posible la obra. La construcción del mañana empieza con decisiones seguras hoy. Con Disark, la innovación y la seguridad avanzan juntas, creando espacios más sólidos, eficientes y, sobre todo, protegidos.