¿Qué sistema constructivo es ideal para tu proyecto?

BLOG

¿Cuántas veces has visto un proyecto estancado por retrasos, imprevistos o problemas de calidad? En la industria de la construcción, la elección del sistema constructivo va mucho más allá de una simple decisión técnica,  sino que es una elección estratégica que define el éxito, la eficiencia y la rentabilidad en las obras.

Hoy, el sector nos exige ser más eficientes, rentables y sobre todo, innovadores. No podemos continuar con la típica frase  «lo que siempre se ha hecho», si lo que se busca es optimizar recursos y cumplir con los plazos, ya que la verdadera ventaja competitiva es tomar decisiones informadas evaluando los sistemas ideales y considerar el tiempo clave para la ejecución.

En este blog, analizaremos los sistemas constructivos más relevantes y te ayudaremos a que puedas tomar decisiones inteligentes y estratégicas en tu próximo proyecto.

Análisis Profundo de los Sistemas Constructivos

Elegir el sistema constructivo adecuado es la primera piedra de un proyecto exitoso. A continuación, desglosamos las características de cada uno, para que tu decisión sea estratégica y se alinee con las necesidades de tu obra.

Sistemas Tradicionales: La Base de la Construcción

No es un secreto que la mampostería y el concreto armado son la columna vertebral de la industria. Su fiabilidad se basa en décadas de experiencia y en la certeza de que siempre habrá mano de obra y materiales disponibles. Sin embargo, su implementación requiere una evaluación estratégica de sus implicaciones operativas y financieras.

Estos sistemas son ideales para proyectos que exigen máxima solidez y durabilidad, como los corporativos y retail de gran envergadura. Hablamos de la estructura principal de edificios o de oficinas con grandes espacios abiertos o de centros comerciales con sótanos que demandan una base sólida para soportar grandes cargas. La mampostería, por ejemplo, ofrece una estética robusta y una gran masa térmica, mientras que el concreto armado es sumamente versátil, pudiendo moldearse en casi cualquier forma y tamaño.

Pero, a pesar de sus ventajas, sabemos que la construcción tradicional, al ser un proceso que se realiza directamente en la obra, depende de tiempos de fraguado y curado que alargan el cronograma. Este retraso no solo tiene un impacto en la entrega, sino que también genera costos extras de supervisión y gestión prolongadas del proyecto. Además, el gran peso de la estructura requiere de cimientos más complejos y costosos, un factor fundamental que debe considerarse desde el principio en el presupuesto.

Sistemas Prefabricados: El Futuro de la Eficiencia

La prefabricación está redefiniendo los estándares de la industria. Este método, que traslada el trabajo de la obra a un entorno de fábrica, nos permite un control de calidad y una optimización de recursos sin precedentes. Es una estrategia que nos permite ser más ágiles.

La prefabricación nos da una ventaja competitiva directa, acorta los plazos de entrega y acelera el retorno de la inversión. Al fabricar en un entorno controlado, aseguramos una precisión y calidad superiores, lo que elimina errores y riesgos en obra. Además, contribuye a la sostenibilidad al reducir drásticamente el desperdicio de materiales.

En el sector residencial , la prefabricación es ideal para el desarrollo de conjuntos habitacionales con modelos de vivienda estandarizados, ya que la producción en serie de paneles y módulos acelera el ritmo de construcción de forma exponencial, optimizando el retorno de inversión de la manera más estratégica posible.

Sin embargo, a pesar de sus grandes ventajas, no está exenta de desafíos. La principal es la rigidez en el diseño, ya que una vez que la producción comienza en la fábrica, los cambios en obra son casi imposibles, lo que exige una planificación impecable. Además la logística de transporte, montaje y cualquier error puede generar un retraso en todo el proyecto.

Sistemas Ligeros: La Evolución del Diseño Flexible

El Steel Framing (estructura de acero ligero) y el Timber Framing (estructura de madera) representan un cambio en la construcción, priorizando la agilidad y la adaptabilidad sin sacrificar la resistencia. Estos sistemas se basan en la creación de una estructura a partir de perfiles ligeros y estandarizados que, a diferencia de la construcción tradicional, son rápidos de ensamblar y permiten una gran libertad arquitectónica.

El punto más fuerte de los sistemas ligeros es su agilidad y eficiencia. Su bajo peso reduce costos en cimentación y permite un montaje increíblemente rápido, lo que se traduce en plazos de entrega mucho más cortos. Además su diseño facilita la instalación de aislantes de alto rendimiento, lo que garantiza una eficiencia superior y ahorros a largo plazo en la operación del edificio.

Para proyectos Comerciales e Industriales, estos sistemas son la solución perfecta para divisiones de oficinas, acondicionamiento de espacios interiores y la creación de muros o fachadas ligeras que no sobrecarguen la estructura principal, permitiendo una gran versatilidad y una rápida ejecución.

Las desventajas de estos sistemas se centran en la rigurosidad. Su naturaleza liviana los hace más vulnerables a la humedad si la instalación de barreras de vapor no es perfecta. Además, el diseño debe considerar el aislamiento acústico desde el inicio, y si el montaje es rápido, requiere de mano de obra con conocimientos especializados, que no siempre están disponibles.

Más Allá de la Construcción: La Decisión Estratégica

La elección del sistema constructivo ya no es una decisión simple. En un mercado que exige velocidad, eficiencia y sostenibilidad, la clave del éxito radica en ir más allá de lo tradicional y analizar cada opción con una perspectiva estratégica. Al comprender a fondo las implicaciones de cada sistema, desde la robustez de los métodos tradicionales hasta la agilidad de los prefabricados y la eficiencia de los ligeros. La decisión correcta no es la más fácil, sino la que mejor se alinea con los objetivos de tu proyecto en términos de costo, tiempo y valor a largo plazo.

Es hora de dejar de construir por costumbre y empezar a construir con estrategia.